lunes, 9 de julio de 2012

white light, alcohol, white light



No escribo
esperando que se disparen los fusibles.
No escribo
pretendiendo que me florezcan jacarandaes.
Todas mis imaginaciones
se mueren y renacen
pero nunca son momentos
sin tiempo.
No escribo
buscando lo que no tengo.
No escribo
intentando complacerte
por más que muera de rabia
cada día
cada noche.
Esto no es escribir
es vomitar.

un abrazo

con la calidez de un huracán
de mirada de serpiente

con ratos de acertijo
atado a cien mil nudos
y otros de vasta llanura
circular y cerrada.

disfrazado de lobo
el niño
alza los brazos y me llama.



Ojos