martes, 28 de agosto de 2012
10 casilleros y un casillero 16 casilleros y un niño y más multitudes tarareando en algo que se mueve como un líquido desparramado como café negro en la mesa peligrosamente cerca del mantel a puntilla y son otros 7 aumentando el pulsar el pitido la carencia de toda familiaridad pero lejana pero austeramente introducida la heladera y su sonido que nadie reconoce ahora ya vienen otros vendrán más mientras siga siendo lícito mientras no haya tranqueras inmóviles y gigantes con dibujos empolvados por el sol
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